lunes, 20 de febrero de 2017

¿Por qué hay que cuidar al cuidador de Alzheimer?

Si ya de por si, la labor de cuidado y atención de un paciente es una tarea que puede llegar a ser agotadora, cuando se cuida a una persona con alzhéimer lo es mucho más, y si a eso se le añade que es un familiar, la carga emocional puede llegar a ser enorme.
Si al agotamiento se le une la preocupación, va a llevar al cuidador a una situación de estrés continuado, que va a traer consigo problemas para conciliar el sueño, alteraciones en el peso, fatiga e irritabilidad entre otras, y que a medio y largo plazo va a facilitar la aparición de enfermedades psicosomáticas.
Una de las mayores dificultades a las que se encuentra un cuidador suele ser su propia falta de cuidado, con tendencia a desatenderse socialmente y hasta personalmente, por dedicar todas las horas a estar. con el familiar que padece Alzheimer.
A diferencia del cuidador profesional, que cuando acaba su jornada de trabajo, se va “tranquilamente” a su casa, cuando se trata de lo un familiar enfermo no se da esa “desconexión”.
Además de la propia preocupación por el paciente, el resto de familiares le presionan para que “no le pierda de vista”, en vez de años animarle para que se despeje, y poder así ofrecer una mejor atención.
El cuidador no profesional, además le queda el pesar constante de no saber si aquello que hace sirve para algo, conociendo que el Alzheimer es una enfermedad que va progresivamente deteriorando la salud física y mental del familiar.
De ahí que en los últimos años se estén creando programas para cuidar al cuidador del Alzheimer, con la invención de informar y formar a los cuidadores sobre cómo realizar su labor sin poner en riesgo su propia salud.
En un reciente estudio se indica del incremento de los casos debidos a cuestiones emocionales como trastornos de depresión mayor, o trastornos de ansiedad, entre otros, pero también se producen casos de “aislamiento social” con perdida de amistades, lo que va a dificultar si cabe que el cuidador tenga una “vía de escape”.
Además de lo anterior, y es algo en lo que escasamente se trabaja desde las asociaciones de apoyo al cuidador, es preciso “reeducar” tanto al cuidador como a sus familiares sobre el sentimiento de culpa, ya que ese este el que va a generar grandes tensiones familiares y en definitiva va a impedir que el cuidador se se para del paciente con Alzheimer.
La culpa “auto impuesta”, recordada constantemente por sus familiares, va a llevar al cuidador a no tener “tiempo libre” y si en algún momento lo tiene, sentirse mal por ello.
De ahí que los nuevos estudios estén concediendo gran importancia a la calidad mas que a la cantidad de la asistencia que recibe un paciente con Alzheimer, donde progresivamente va a ir sufriendo el deterioro de sus habilidades. cognitivas y físicas.
Ejercicios al aire y al sol, son lo mínimo que se recomienda, además de caminar; es decir’ no hay que perder de vista la salud del cuidador, permitiéndole que tenga sus momentos de esparcimiento, para practicar un hobby o salir con las amigas. todo lo cual no solo ni va a tener ningún efecto negativo sobre la paciente, sino todo lo contrario, ya que el cuidador se sentirá renovado en sus fuerzas y asumirá su labor con mayor entereza.
El incremento del número de casos de Alzheimer en los últimos años ha dejado al descubierto una realidad que hasta ahora no se le prestaba demasiada atención, la de los cuidadores, y las consecuencias que sobre ésta tiene esa atención contante y continua al paciente, que normalmente es un familiar próximo.

Tomado de : https://www.alzheimeruniversal.eu/2013/12/17/por-que-hay-que-cuidar-al-cuidador-de-alzheimer/

viernes, 10 de febrero de 2017

Terapia de duelo: ayuda psicológica para afrontar el adiós

Terapia de duelo: ayuda psicológica para afrontar el adiós

La terapia de duelo hace referencia a la forma de psicoterapia que tiene el objetivo de ayudar a un individuo a enfrentar y superar una pérdida, principalmente de un ser querido, de una manera saludable.
Puesto que la muerte de alguien a quien queremos es una de las experiencias más devastadoras que podemos sufrir, y es uno de los mayores retos a los que se enfrenta una persona a lo largo de su vida, son muchos los hombres y mujeres que precisan de la ayuda de los profesionales de la psicología especializados en este campo.

Superar la muerte de un ser querido es un proceso lento

Las estadísticas muestran que cada año, en España, alrededor de un millón y medio de individuos experimentan la pérdida de un ser querido. Este proceso doloroso, que puede llevar a alguien a una crisis existencial, requiere de un tiempo más o menos largo para que se llegue a recuperar de nuevo el equilibrio emocional.
Aunque muchas personas afrontan el sufrimiento y completan el proceso, aproximadamente entre un 10 % y un 20 % pueden experimentar lo que se conoce como duelo complicado o patológico: pasados los seis meses desde el fallecimiento, el individuo no logra superar el proceso de duelo. Esto perturba el funcionamiento normal de su vida y aparecen trastornos de conducta, cognitivos y afectivos.
Los sentimientos típicos experimentados por los individuos en duelo, y tratados por los psicólogos y psicoterapeutas especializados en este tipo de terapia, incluyen tristeza, ansiedad, ira, soledad, culpa, aislamiento o confusión. Asimismo, los cambios a nivel cognitivo, afectivo y conductual también incluyen sentimientos de desorganización y cansancio, problemas de concentración, problemas de sueño, cambios de apetito, pesadillas o pensamientos constantes sobre el difunto.

El objetivo de la terapia de duelo

El propósito de la terapia de duelo es ayudar a restablecer el equilibrio emocional de los pacientes a través del proceso de asesoramiento psicológico en el que se trabajan los sentimientos, pensamientos y recuerdos asociados con la pérdida de un ser querido. Aunque el duelo puede ocurrir también para otros tipos de pérdida (como la pérdida de objetivos vitales, ideales y relaciones), esta terapia generalmente se dirige hacia un ajuste positivo después de la muerte de un ser querido.
La terapia de duelo permite al paciente entender y reconocer los aspectos normales del proceso de duelo, le ayuda a hacer frente al dolor asociado con la pérdida, a sentirse apoyado en un momento tan delicado y de importantes cambios en su vida y a desarrollar estrategias para poder superar esta situación de manera saludable.
Dicho de otra forma, la terapia de duelo facilita al sujeto la expresión emocional sobre la pérdida, la aceptación de este hecho traumático, la adaptación a la vida después de una situación tan dolorosa y le ayuda hacer frente a los cambios dentro de uno mismo y del entorno que le rodea después de lo ocurrido.

Por qué es tan importante la ayuda psicológica

Hasta cierto punto es normal que, tras la muerte de un ser querido, las personas sufran un enorme sentimiento de vacío, dolor y confusión. Ahora bien, cuando estas reacciones negativas duran un tiempo prolongado puede convertirse en algo patológico
Además, hay ciertas circunstancias en las cuales pueden ocurrir complicaciones que hacen que el proceso de duelo no sea normal. Estas circunstancias pueden implicar la pérdida de un hijo, o la pérdida de un ser querido debido a un accidente o homicidio, por ejemplo.

Cómo puede especializarse un psicoterapeuta en la terapia de duelo

Sin duda, la terapia de duelo también es un reto importante para los psicólogos, que deben dar respuesta a esta necesidad con una formación actualizada y que les permita adquirir las herramientas para la identificación, prevención y tratamiento de situaciones de duelo y pérdidas. Los psicólogos y terapeutas que deseen dedicarse a este tipo de terapia, deben complementar sus estudios universitarios con alguna acción formativa especializada en este ámbito.
El Instituto Mensalus de Barcelona ofrece un curso dirigido a los estudiantes y profesionales de la psicología, psiquiatría y del ámbito socio-sanitario, curas paliativas y trabajo social que quieran prepararse para poder atender a los pacientes en duelo con las máximas garantías. El curso se inicia el próximo 22 de febrero de 2017, y es una gran oportunidad para poder formarse en esta tema tan arduo.

En qué consiste el curso “El proceso de Duelo”

El Curso “El proceso de duelo: Una formación para el acompañamiento en proceso de duelo desde una perspectiva integrativa” pretende ofrecer a los participantes los conocimientos y herramientas terapéuticas necesarias para la terapia de duelo; y contribuye a que éstos adopten una actitud correcta para relación con el paciente, tan importante para tratar este asunto.
A lo largo de las siete semanas de duración, los alumnos podrán adquirir destrezas para diagnosticar y diferenciar el duelo normal del duelo complicado y conocerán la técnicas de intervención en terapia psicológica para su tratamiento. No sólo eso, sino que éstos serán capaces de aplicar dichas técnicas de intervención, gracias a la metodología del curso, que combina la teoría y práctica, e incluye, además del juego de roles y visualización de sesiones, la supervisión de casos.
Esta formación teórico-práctica está pensada para la asimilación de los aspectos estudiados, y posibilita que los alumnos puedan profundizar en la experiencia y análisis de la práctica clínica. En definitiva, al finalizar el curso los alumnos serán capaces de llevar a cabo por sí solos una adecuada valoración diagnóstica y podrán diseñar y poner en práctica una intervención terapéutica que tenga en cuenta las necesidades del paciente en duelo, sus características personales y el contexto en el que tiene lugar.
Tomado de : https://psicologiaymente.net/clinica/terapia-duelo